ELLA ME SUSURRA POR NAKAYA.ROLLER
Cuando adquieres una pluma confías que cumpla las expectativas
que de ella esperas, pero hay un componente que no va incluido en el precio que
es la “ilusión” esto lo tienes que
poner tú y es distinto para cada uno y
ese valor añadido hace que muchas piezas sean para nosotros invendibles.
Recientemente adquirí en una subasta de la Bahía,
una estilográfica concretamente es una Pelikan 100N producida entre 1937-1954 o sea periodo de
entre-guerras, cuando la tenía en mis manos me hice una pregunta, una pluma
fabricada en Alemania, se vende en Polonia y se compra en España, esta pluma ya
lleva unos cuantos años a sus espaldas y es una verdadera lástima que no pueda
contarnos la experiencia vivida y por las manos que paso y los avatares que sufrió
, ya imaginar cómo llego a las manos de sus dueños es todo una aventura, sería
el regalo de un ser amado o fue un frio regalo de empresa o fue la culminación
del sueño de una persona que la admiraba en el escaparate de una tienda que
pasaba cada tarde al regreso de su trabajo y fue juntando el dinero necesario para
realizar su sueño, pero la pregunta mas dramática es, cual fue el motivo que
tuvo para desprenderse de ella, lo que no me cabe duda es de que esta persona
la tenía en alta estima porque a pasado a través de los años con dignidad y muy
bien cuidada, deduzco que debería ser una persona con una cierta sensibilidad
por estos objetos, igual la utilizaría habitualmente o solo la utilizaba para
momentos especiales, es muy posible que fuera asomada en el bolsillo superior
de su chaqueta como se solía hacer en aquellos años o viajara guardada en las
intimidades del bolso de de una dama , quizás estuviera sobre la mesa de un
despacho siempre dispuesta a escribir las últimas palabras de un contrato, tal vez anidaba en las manos
de un joven que con pulso impetuoso escribía
una carta a su enamorada.
Las plumas además de ser un objeto mecánico tienen una gran
carga emotiva que hace de ellas un instrumento inolvidable
Qué pena que mi pluma no hable y me cuente la historia de su vida, pero puedo aseguraros que hay momentos en que creo oír sus susurros.
Roller
Qué pena que mi pluma no hable y me cuente la historia de su vida, pero puedo aseguraros que hay momentos en que creo oír sus susurros.
Roller
Aquí empieza la reconstrucción
de la historia de la pluma
Llegado a este punto la curiosidad pudo conmigo y como un
flash se me paso por la cabeza la idea de conocer la autentica historia,
durante días le di vueltas al tema, pensando que este capricho me iba a costar
una pasta y que a lo peor no consigo conocer la verdadera historia, la
casualidad me facilito las cosas, en un coctel celebrado en la Casa Asia por el cónsul
de China en Barcelona me presentaron al gerente de una famosa Agencia de
Detectives y le conté la historia de la
pluma y le pregunte si me podría asesorar acerca de quién podría investigar
esta historia, el hombre después de titubear me contesto, si alguien puede
encontrar el hilo conductor de esta historia seria Simon Wiesenthal (famoso caza nazis) lastima de que había
fallecido no obstante su ayudante un tal Zimmermann
era el mejor sabueso para conocer hechos de la época de la segunda guerra
mundial, me facilito un teléfono, así que pasados unos días y con mi Ingles de
costa me puse en contacto con el , y como casualmente el mes próximo tenía que
ir a Alemania aprovecharía la ocasión.
El me cito en un lúgubre café de la Núremberg
strasse delante de la antigua Stasi, si en la zona que antes era
Alemania del Este, era un día gris, habíamos quedado a las 4 de la tarde, yo
por si acaso llegue media hora antes, así que me dio tiempo de contar las
baldosas que componían el vetusto local, a las 4 en punto (eso sí tienen los
Alemanes, puntualidad), apareció Zimmermann por la puerta un hombre alto
desgarbado con pelo canoso y con un abrigo de piel que le llegaba hasta los
tobillos, yo le levante la mano en señal de que este era yo, por otro lado no había
ninguna duda, pues en el local no había nadie mas, se sentó delante de mi,
hombre parco en palabras donde los hubiera , solo me dijo una cosa “si la pluma tiene historia usted la conocerá”
me pidió 500 euros por adelantado y 500
euros a la entrega de la información, sin recibos ni iva ni puñetas, me dio de
plazo tres meses, me pidió mis datos y mi teléfono y me dijo que ya me contactaría,
se levanto de la silla y desapareció como una exhalación.
Transcurrió el tiempo y aproximadamente al cabo de 2 meses recibí
una llamada de Zimmermann y me dijo que ya tenía la verdadera historia,
que le ingresara los 500 euros en una cuenta y me enviaría por paquete exprés
la información, así lo hice y en el término
de una semana recibí un sobre tamaño DIN A4 con 5 folios escritos en Ingles
describiendo las peripecias de la famosa pluma y aquí os resumo el contenido
del informe.
La pluma probablemente fue comprada por un estudiante de
arquitectura judío de nacionalidad húngara que se quedó embelesado ante una
tienda del centro de Munich en Octubre de 1.937. El pobre, en 1.942, fue
detenido y deportado al Campo de concentración de Mauthausen. Durante el
registro de la buhardilla en la que residía con otro estudiante, también judío,
un teniente de las S. S. se quedó con la estilográfica.
Este teniente de las
S. S. fue enviado al frente ruso a principios de 1.944, como consecuencia de
ser pillado in fraganti en actitud amatoria en la alcoba de un coronel de la
Luftwaffe con la esposa de éste. El teniente falleció en el frente, pero su
asistente se hizo con sus objetos personales y los envió a su casa en
Stuttgart, donde vivía su mujer y su hijo de corta edad, quien la conservó
hasta su muerte en 1.953 como recuerdo de su padre, muerto en el frente en
defensa de unas ideas con las que él no comulgaba, pero que al fin y al cabo
era su progenitor. He olvidado decir que este muchacho con el tiempo fue
estudiante de derecho de la Universidad de Bonn y posteriormente fue un
reputado abogado, a cuya muerte, sin descendencia directa, y teniendo como
única heredera a una prima lejana suya, que en cuanto pudo se deshizo de todas
sus pertenencias, incluida una formidable mesa de despacho en cuyo interior de
uno de los cajones estaba la olvidada pluma Pelikan, no así del magnífico piso
que disfrutó durante muchos años corría
el año 1.993 en el momento en que la antipática prima del fallecido abogado
vende todos los bienes muebles de la vivienda a un avispado y conocido
anticuario de Stuttgart en un lote, entre los que recordemos se encuentra la
espléndida mesa de despacho, sobria y elegante, de estilo Biedermeier, en cuyo
interior permanece olvidada tu pelikan.
Pues bien, hete aquí
que este popular anticuario que adquiere los enseres recibe la visita de su
primo Grzegorz, quien acaba de abrir una sórdida almoneda en un barrio a las
afueras de Varsovia, pero que no deja de ser lo que aquí denominaríamos un
perverso subastero empeñado en la liquidación de patrimonios subastados.
En este estado de
cosas, el mobiliario es trasladado en un camión de mudanzas a Varsovia hasta la
nave de Grzegorz, dónde los muebles son apilados sin compasión.
Un buen día el bueno
de Lech Wałesa, aficionado a las antigüedades, para descansar de la ajetreada
vida pública y olvidarse momentáneamente de la pérdida de las elecciones
presidenciales de 1995, en las que sufrió un duro revés, acompañado por un buen
amigo suyo, cuyo nombre obviaremos, médico de profesión, decidió visitar la
nave del "tratante de bienes" antes citado, y quedó prendado de la
mesa de despacho susodicha, adquiriéndola sin ni siquiera regatear su precio.
Al abrir uno de los cajones encontró, dentro de una agenda de hojas
amarillentas y deformes por el paso del tiempo, una pluma pelikan, que regaló
inmediatamente a su buen amigo médico, sabedor de que éste era usuario de
estilográficas, pues le había visto en multitud de ocasiones en su consulta
utilizarlas.
Por supuesto, el
amigo de Lech no puso a la venta la pluma que le había regalado el famoso
político polaco, sino que la guardó con cariño y afecto. Fallecido el amigo
médico, el hijo de éste, sin conocer la historia de la estilográfica, y puesto
que tenía un negocio de venta de objetos en ebay e internet la puso a la venta.
Y es aquí cuando nuestro compañero roller se hizo propietario de la
estilográfica al adquirirla en subasta.
Cuando la esposa del
bueno de Lech Walesa limpiaba la flamante mesa de despacho adquirida por su
marido, una vez ubicada ésta en un rincón del salón de la casa del político,
cerca de la ventana, se encontró con la ajada agenda en cuyo interior había una
nota escrita de puño y letra del abogado fallecido, que recordemos, era hijo de
un teniente de las S.S. muerto en pleno combate durante la 2ª G. M.. La nota
manuscrita literalmente decía: "Espero
que esta estilográfica de mi padre que yo nunca he querido utilizar, llegue
algún día a manos de alguien que sepa apreciarla y cuidarla como se
merece".
Parce que ese alguien
eres tú, roller
Esta es la
Pelikan 100N de la historia
.
JOSÉ.NAKAYA.ROLLER
Suficientes fotos de la plumita ;-) es como si uno la tuviera delante... hasta se pueden ver sus partes más íntimas :-o
ResponderEliminarPreciosa y en un estado magnífico. Gracias por este relato, con el que nos sentimos identificados todos los que admiramos y tenemos algunas piezas antiguas, que no anticuadas.
ResponderEliminarQue interesantye historia. Es tan novelesca que debe ser verdad.
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