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Somos un grupo que ama a las estilográficas y en general a todos los instrumentos inventados para escribir. Nos reunimos para apreciar nuestros hallazgos, valorar nuestras adquisiciones y conocer mejor este mundo. Sin mas pretensiones que la de pasar un buen rato entre compañeros de afición "

RAP-PEN - SEGUNDA LINEA DE GÜNTHER WAGNER

 






Queridos lectores, escribo estas líneas para contarles sobre una pequeña pluma fuente que llegó a mis manos como obsequio de un amigo y que pertenecía a su abuelo.

La pluma en cuestión, después de haber procurado alguna bibliografía ( https://thepelikansperch.com/2021/06/13/pelikan-gunther-wagners-rappen/ ), y tenido en cuenta, la ayuda de foreros amigos, los imprints, materiales, sistema de carga, plumín, y envejecimiento, me animaría a decirles que es una Rap-Pen de 1938, una segunda línea paralela a la Pelikan 100 nacida en 1931, que fabricaba Günther Wagner para el mercado alemán de menos recursos, y que apareció en 1932 con un sistema de carga  por medio de una pera de látex colocada en el extremo del barril, lo que convertía a esta pluma en la única fabricada por Günther Wagner sin carga a pistón…



De esta forma, colocando un nombre con el que ya Günther Wagner venía utilizando para otros artículos de librería y papelería en el mercado local, y siguiendo la estrategia que otros fabricantes también habían tomado de atacar no sólo la faja de mercado de mayor poder adquisitivo, sino también la de menores posibilidades de compra, la empresa lanzó las primeras Rap-Pen, que estaban construidas en baquelita y celuloide, pero la estabilidad y resistencia de la misma fue realmente baja, de modo que acabó luego sustituida por la ebonita y el celuloide.

La pluma costaba exactamente la mitad de lo que valía una Pelikan 100, pero conservaba el prestigio de la marca, y seguramente con la reducción de costos del sistema de carga a pistón, el mismo fue incorporado a la Rap-Pen hacia mediados del año 1937, lo que descarta que esta pluma en cuestión haya sido fabricada con anterioridad a esa fecha.





Otro dato que afirmaría esta fecha como origen de nuestra Rap-Pen sería el imprint del plumín, “Rap-Pen 585 14 KARAT”, el cual es introducido en 1937.

Respecto de la posterioridad a 1937, deberíamos descartar el período de posguerra a partir de 1945, puesto que estas plumas habían tomado el nombre de "IBIS", y las plumas que se enviaban al exterior para su venta, algunas de ellas con el nombre de "Rap-Pen", tenían grabado en el extremo del barril sobre el celuloide y cerca al sistema de carga, la palabra "EXPORT".

Ahora bien, de ser así y la pluma haber sido fabricada entre 1937 y 1945, nos quedaría dilucidar si fue antes de la segunda guerra, o durante.

Pensar que fue durante la segunda guerra se me hace difícil, ya que hubiese sido extraño colocar un plumín de oro, siendo el mismo un material estratégico, de modo que sería lógico imaginar que el origen de la misma estuvo entre 1937 y 1939, inclinándome a pensar por el imprint que aparece en el extremo del capuchón, "RAPPEN GERMANY DRP. RAPPEN GERMANY" con las siglas DRP (colocadas en los productos que eran propias de la alemania nazi -Deutsches Reich Patent) que su probable origen fuese entre 1938 y 1939...



Nuestra pequeña pluma estaba fabricada en celuloide para la parte del barril, y todo el resto, grip, alimentador, sistema de carga y capuchón en ebonita negra. Como curiosidad, el barril al estilo de la Tintenkuli, estaba "teñido" de negro dejando una ventana por encima del grip, desafortunadamente perdiéndose este tintado con el paso del tiempo y el rozamiento.

Era realmente pequeña, pero con todos los avances incluyendo hasta el sistema de pistón diferencial de Pelikan...


He aquí una publicidad de la misma, realizada para su exportación a Argentina, costando en ese momento 12 pesos moneda nacional...!!!



Volviendo a nuestra pluma en cuestión, el plumín estaba fabricado en oro 14k y aún conserva un interesante iridio...


provisto el sistema con un exquisito alimentador de ebonita y teniendo en cuenta, como en la mayoría de los productos de Günther Wagner, que el conjunto estaba contenido en una cápsula que se enroscaba en el grip y que podía ser intercambiada...


Como habíamos contado, el barril se encontraba con el tinte completamente perdido, el corcho en el pistón aparecía casi desintegrado, y el celuloide muy envejecido, pero por suerte todo el material en ebonita, aunque percutido, conservaba todos los imprints y no registraba rajadura alguna, observándose que los dorados todavía mostraban un decente enchapado...



Realmente deseo serles sincero, estaba con terror de tocar esta pluma para realizar algún tipo de restauro, porque se podía observar claramente que se encontraba en un estado de extrema fragilidad… Además si bien como hemos dicho conservaba la calidad de los productos de la firma, daba para percibir que se había escatimado en los materiales, lo que lógicamente iba a influir en su resistencia…

Y así entonces, tenía a mi pequeña amiga apoyada en mi escritorio, sin tocarla, viendo cómo pasaban los días, hasta que una mañana me hice de coraje y decidí jugarme…

Siendo así, comencé con el primer paso que era colocar todo el conjunto en agua con detergente neutro al 50%...



y después de varios días la tinta seca se fue disolviendo...


Fui entonces a lo más fácil en este caso que era desarmar el capuchón, aunque fue necesario aflojar la rosca, ebonita con ebonita, por medio de WD40...


y por suerte lo conseguí...



A continuación emprendí la tarea de desarmar el alimentador y plumín desenroscando la cápsula.

Intenté con WD40...



pero los esfuerzos fueron infructuosos y ante la fragilidad de los materiales y la posibilidad de que se hicieran pedazos en las manos creí mejor sólo extraer el plumín y el alimentador dejando roscada la cápsula ya vacía...


Comencé entonces la parte más complicada y peligrosa, desarmar el sistema de alimentación de ebonita que se encontraba roscado en el barril de celuloide, para tener acceso al pistón y su posterior reemplazo.

Por qué digo peligrosa ? Porque por un lado la ebonita y el celuloide trabajan diferente a medida que envejecen, de modo que se veía claramente que el celuloide se había encogido dimensionalmente con respecto a su interior roscado en ebonita, y además, el hecho de haber sido roscado sumado a su fragilidad y las paredes extremadamente delgadas, hacían de la pieza un "mírame y no me toques para nada...!!!"

Pero bueno, emprendí la tarea con paciencia y valentía y coloqué WD40 tanto en el interior como en el exterior del barril con la esperanza de que el líquido acabase penetrando en los filetes de la rosca entre la ebonita y el celuloide...




Los días pasaban y la esperanza se iba acabando. El celuloide estaba firmemente clavado en la ebonita y nada mudaba.

Coloqué la pieza de celuloide en una morsita de asiento cilíndrico de caucho, para asegurar la fijación de la misma y forzar el desenrosque desde el alimentador de ebonita, pero nada cambiaba.

La cosa se iba complicando...



Como último recurso, decidí calentar suavemente el celuloide.... y fue allí mi perdición...

Y cuando digo suavemente, fue suavemente, tanto así que mis manos estaban sosteniendo la pieza mientras la calentaba con el secador de cabello y en momento alguno sentí un exceso en la temperatura...

El celuloide se contrajo rápida y brutalmente, se rajó en el borde y terminó rajándose en toda su sección...



Realmente..., para llorar...



Qué hacer ahora? estaba todo perdido?

El objetivo de extraer el sistema de alimentación había sido logrado, pero a un alto costo...



Todo bien, que no había tenido que pagar por la pluma pues era un obsequio, pero que está pequeña terminase de este modo era realmente una tristeza.

De modo que pensé en un plan alternativo y comencé a buscar pedacitos de barriles de celuloide entre mis cachivaches.

Buscando y buscando encontré dos pedacitos de celuloide envejecido de barril de Tintenkuli...



que si bien el grosor de pared era mayor, el diámetro interno coincidía perfectamente...



El trabajo ahora consistía en sustituir la parte destruida por esta otra, para lo cual tuve que frentear perfectamente los extremos a fundir, y una vez realizado, alinearlos sobre una guía interna de acero recubierta de una lámina de mylar para evitar la adherencia del acero al pegamento a colocar...



Una vez enfrentadas y alineadas las dos superficies en contacto, coloqué unas gotas de cianoacrilato líquido para diluir íntimamente el celuloide de ambos elementos y fusionarlos...



y al cabo de 24hs retiré el alma de acero...



y luego el respaldo interno de la laminilla de mylar...



quedando el interior perfectamente alineado y en superficie...



Después de varios días de espera, con mucha paciencia y a mano, controlando con un calibre, fui lijando la superficie de modo de llevar todo al diámetro externo original. Comenzando con papel esmeril grano 500 y acabando con grano 1500




después de lo cual quedó una suave muesca casi imperceptible en algunas partes de la fusión, la cuál volví a rellenar con cianoacrilato líquido colocado con el extremo de una aguja...



y nuevamente después de varios días nivelé el relleno con papel esmeril grano 2500...



El paso siguiente fue llevar el barril a su largo original, cortando con una pequeña sierra y suavemente de modo de no despedazar el borde, para lo cual delimité el corte con cinta para enmascarar...


para luego llevar a medida definitiva y frentear el extremo con papel esmeril grano 500



El siguiente paso fue comprobar cómo calzaba el sistema de carga en el barril reconstituido, siendo mi idea no roscar el mismo para no debilitar la pieza, sino asentar el sistema de carga con una leve presión, asegurando el mismo una vez armado con adhesivo base acuosa, de modo de poder ser desarmado fácilmente para posteriores mantenimientos...



Después de haber agrandado el diámetro interno del barril donde debía asentar el sistema de carga, el mismo entraba casi a la perfección...




Llegué entonces al momento de teñir el barril dejando la ventana correspondiente, lo cual normalmente se puede hacer con una tinta negra base solvente, que se acaba fundiendo con unos micrones de espesor de la superficie del celuloide.

Ya tenía construida una pequeña batea donde sumergir el barril, pero por suerte decidí experimentar con el pedazo roto que me había quedado, y el resultado fue desastroso...

El material tan envejecido se terminó hinchando y rajando...!!!

Tenía entonces que tomar otro camino, y me decidí por una laca acrílica de secado ultrarrápido, que no diera tiempo al celuloide a absorber su solvente.

Quedó así una vez aplicada y el celuloide no sufrió grandes cambios...



Enmascaré luego para dar al término de 24hs de secado una suave pulida con papel esmeril grano 3000...


y un acabado de toda la superficie, grip, ventana y barril con pasta para pulir carrocerías...



Lógicamente, en este proceso de lijado y pulido debemos ser cuidadosos para no terminar cargándonos la fina capa de laca negra.

Vamos a presentar entonces cómo quedó el barril con el sistema de carga asentado...




Me dediqué entonces a reparar el sistema de carga, el cual tiene un pequeño pernito para colocar en posición óptima el recorrido del pistón respecto del roscado de la perilla de carga...




Para sustituir el corcho que originalmente estaba colocado en el extremo del pistón, se me ocurrió inicialmente utilizar un o'ring de caucho sintético, pero pensando en la dureza del caucho a la compresión y la fragilidad casi de cristal del celuloide del barril, acabé desistiendo y colocando un suave fuelle de silicona impregnado en grasa de silicona...



el cual se deslizaba sin esfuerzo por dentro del barril dejando una perfecta hermeticidad sin generar casi presión interna alguna...


Una vez verificado el mecanismo del pistón y ya asegurado el sistema en el barril con un adhesivo vinílico base acuosa, di una suave pulida en las superficies de ebonita del alimentador con pasta para pulir carrocerías, e inicié la tarea de colocar el plumín y el alimentador.

Ambos fueron cuidadosamente limpiados y luego pulidos también con pasta para pulir carrocerías...






y a posteriori de controlar la apertura entre gavilanes, clavé el conjunto en el grip quedando de la siguiente manera...



Faltaba para concluir, el acabado y armado del capuchón...

el cual recibió un pulido y abrillantado en las superficies de ebonita y una suave pulida en los enchapados nuevamente con pasta para pulir...

Sólo me restaba entonces rellenar el imprint del capuchón con color rojo, como originalmente llegaba de fábrica, para lo cual utilicé tinta vinílica base solvente y una racla para remover el exceso, dando luego una fina limpieza con lija esmeril grano 3000 y un acabado y lustre con un paño seco que previamente había sido utilizado con pasta para pulir...



Ya entonces había quedado presentable mi pequeña y amada pluma...




que se encontraba trabajando como trabajó más de 80 años atrás con ese maravilloso y humilde plumín flexible...!!!




Queridos amigos, realmente no sabría decirles cómo mi pequeña amiga llegó a la Argentina, ya que no estaba catalogada como pluma de exportación, pero aplicando el principio de la simplicidad, quizá tan sólo sería pensar en que llegó de la mano de un refugiado alemán (o no tan refugiado), que terminó pasando por aquí...

De todos modos, espero hayan disfrutado de esta breve historia y los dejo con algunas fotos de mi pequeña amiga vestida de gala para la ocasión...
















Les envío un gran abrazo desde Buenos Aires...!!!

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1 comentario:

  1. Parabéns, como sempre trabalho incrível!!
    Audicéia Januário
    Campinas-SP-Brasil

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